El impacto de una despedida inesperada ha marcado profundamente a Elba Marcovecchio, quien enfrenta el dolor más grande de su vida. El fallecimiento de Jorge Lanata, uno de los periodistas más destacados de Argentina, conmocionó al mundo del espectáculo y al público en general. Tras luchar durante más de seis meses en internación luego de un paro cardíaco durante un estudio programado, Lanata partió a los 64 años, dejando una ausencia irremplazable.
El dolor de Elba y un mensaje que conmueve
En medio de esta profunda pérdida, la abogada decidió abrir su corazón a través de su cuenta de Instagram. Allí, compartió unas palabras cargadas de emoción: «No puedo despedirte… No puedo soportar que sea verdad», escribió, dejando entrever el vacío que dejó el periodista en su vida.
Hace apenas unas semanas, en una entrevista con Carmen Barbieri en el programa Mañanísima, Elba había recordado con ternura cómo surgió el amor con Lanata. «Además de la inteligencia… a mí siempre me atrajo la inteligencia en sí, pero la calidez y la profundidad que tiene también», expresó, destacando las cualidades que la conquistaron.
Elba también relató cómo fue la conexión inmediata que sintió con Jorge: «La segunda vez que lo vi fue una conexión inmediata, la primera fue en una mediación, y una conexión inesperada porque yo no tengo nada que ver con el mundo de la política ni del periodismo político. No era que lo consumía. Fue un flash», compartió con nostalgia.
La abogada no dejó pasar el detalle del primer beso que marcó el inicio de su relación: «Él me dio el beso a mí, sí, él va al frente, ya lo conocen. Me acuerdo perfecto dónde fue… en el escritorio, me acuerdo hasta lo que tenía puesto. Tenía un vestido negro. Después de eso me miró pausadamente y me dijo ‘quiero que sepas que soy celoso’, fue lindo», contó.
Sin embargo, Elba confesó que en ese entonces su vida sentimental era un tanto complicada: «Yo tenía otro candidato y le dije ‘me parece que estoy de novia’, no salí nunca con él. La cita fue en época de pandemia en la casa. Nos conocimos un viernes y el sábado me preguntó si me gustaba el sushi. Obviamente entendí el propósito de esa pregunta», concluyó, recordando con cariño aquellos primeros momentos junto a Jorge.
Ahora, con su partida, Elba enfrenta un camino lleno de desafíos emocionales y recuerdos imborrables. La historia de amor que compartieron se convierte en un testimonio de un vínculo único, donde la calidez y la pasión lograron trascender cualquier adversidad. El legado de Jorge Lanata permanece vivo no solo en el ámbito profesional, sino también en los corazones de quienes lo amaron profundamente.
