En un ambiente acostumbrado a las luces y los aplausos, hay momentos en que el silencio se impone con fuerza. Esta semana, el mundo del espectáculo argentino recibió una noticia que dejó un profundo dolor en colegas, oyentes y amigos: a los 84 años falleció Roberto Quirno, una de las voces más emblemáticas del periodismo cultural.
Con una trayectoria que combinó pasión, conocimiento y sensibilidad, Quirno fue mucho más que un periodista. Su voz marcó épocas, su visión enriqueció generaciones y su amor por el tango y el cine quedó plasmado en su programa más recordado: “El tango en el cine”, transmitido por La 2×4, la FM de Radio Ciudad. A pesar de atravesar un delicado estado de salud en los últimos días, su fallecimiento fue tan inesperado como doloroso, y no trascendió oficialmente la causa de muerte.
Una despedida cargada de emoción
La pérdida fue confirmada por su amigo personal y colega Luis Ventura, quien compartió un mensaje desgarrador en redes: “Se marchó mi amigo Roberto Quirno… lo lloro y extrañaré por siempre. El mejor periodista de espectáculos… Por él alguna vez fui el presidente de Aptra y por él lucho por esta entidad hace 10 años sin respiros”. Palabras que reflejan la admiración y el vínculo entrañable que los unía.
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En la década del 80, Quirno se desempeñó como jefe de prensa de Music Hall, y también formó parte de emisoras icónicas como Radio Mitre y Radio 10. Su voz quedó grabada en la memoria colectiva por el respeto con el que abordaba cada tema, especialmente en el universo del tango.
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La locutora Marcela Godoy, otra figura cercana a él, también expresó su pesar: “Roberto querido. Gran persona, era un placer hablar con vos de arte Q.E.P.D. Aplausos para este gran periodista de espectáculos Roberto Quirno”.
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Más allá de su faceta profesional, Quirno fue esposo, padre y amigo. Su legado se cuela en las ondas radiales y en el recuerdo de quienes lo admiraron. En una de sus últimas entrevistas, dejó una reflexión que ahora resuena con fuerza: “La relación tango-cine nació desde la primera película sonora, que se hizo en Argentina. Fue el film Tango, de 1932. Ahora para escuchar tango en una película tenés que ver películas alemanas, finlandesas u holandesas”.
Su partida marca el final de un capítulo, pero también el comienzo de un recuerdo eterno.