Daniela Celis reveló las secuelas de salud que atraviesa Thiago Medina, de 22 años, tras el grave accidente que sufrió: “tiene que…”

La historia de Thiago Medina, ex participante de Gran Hermano, parece sacada de una película. Lo que comenzó como un terrible accidente en moto que lo dejó al borde de la muerte, terminó convirtiéndose en una de las historias más esperanzadoras del año. Tras 23 días en coma y con un pronóstico reservado, el joven logró recuperarse contra todo pronóstico, dejando sin palabras incluso a los médicos que lo trataron.

Un renacer después del caos

Durante semanas, la vida de Thiago pendió literalmente de un hilo. Sus pulmones estaban gravemente comprometidos y los especialistas no sabían si podría salir adelante. Sin embargo, el panorama cambió por completo: ahora los médicos evalúan cuándo podrá recibir el alta, algo impensado hace apenas unos días.

El camino, de todas formas, no termina ahí. El ex GH deberá atravesar un proceso largo de kinesiología intensiva para volver a mover con normalidad su cuerpo. “Hay que esperar que camine bien, que le saquen los sueros. Está con kinesiología, es todo de a poquito, aprender a levantar los brazos y a pararse solo, estuvo mucho tiempo en un coma inducido”, destacó Daniela Celis, su pareja y madre de sus hijas.

En diálogo con Puro Show, Daniela —conocida como Pestañela— habló con cautela sobre el esperado alta de Thiago. Si bien reconoció que la situación mejoró de forma notable, aseguró que la familia sigue al pie de la letra cada recomendación médica.“A las nenas las vio por videollamada, hacemos una llamada todos los días, las nenas están felices, los tres están ansiosos y quieren verse. Falta poco para el alta y el reencuentro del abrazo que se deben. Es muy emocionante y hay que retener para sostener las tres partes”, expresó Celis conmovida.

Este fin de semana fue especialmente movilizante para ella: participó de la peregrinación a Luján, donde pidió por la salud de Thiago. Pese a que la pareja estaba separada al momento del accidente, Daniela no dudó en acompañarlo durante todo el proceso, demostrando que el vínculo entre ellos sigue siendo profundo.“Fue un milagro, los médicos no podían entender la evolución de Thiago en tan poco tiempo. Estoy muy agradecida, tenía un hilito muy finito de luz en medio de la oscuridad, me aferré a eso y se logró. Estoy muy feliz”, concluyó Daniela, emocionada.

La recuperación de Thiago Medina no solo representa un triunfo médico, sino también un testimonio de fe, amor y esperanza. Hoy, mientras se prepara para volver a casa, su historia inspira a miles que creen —más que nunca— que los milagros existen.

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