En un momento inesperado, L-Gante reveló públicamente un problema de salud que lo obligó a cambiar por completo su estilo de vida. En su reciente paso por el programa de Juana Viale, el cantante dejó de lado su personaje mediático para mostrarse vulnerable y contar lo que está atravesando: un diagnóstico médico que encendió las alarmas entre sus fans y en el ambiente del espectáculo.
“Quiero ordenarme un poco”: la frase con la que L-Gante explicó su situación actual
Durante la entrevista, Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, compartió el motivo por el cual decidió ponerle una pausa a su carrera y priorizar su salud. A sus 25 años, le detectaron una afección que lo obligó a bajar el ritmo: insuficiencia cardíaca y renal. “Me encontraron una insuficiencia cardíaca y renal. Es una válvula del corazón, donde la sangre marcha hacia adelante, pero hay una insuficiencia y vuelve para atrás. Quiero ordenarme un poco”, confesó el cantante, visiblemente más reflexivo y alejado del ruido mediático.
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El artista, que en los últimos tiempos estuvo en el centro de la escena por su vínculo con Wanda Nara, aclaró que esa exposición sumada al estrés constante influyeron negativamente en su estado físico. Por eso, tomó la determinación de alejarse de los escenarios y comenzar una nueva etapa más cuidada. Sobre las indicaciones médicas, explicó: “Estoy con una dieta de comidas, la respetamos pero de vez en cuando hay un permitido. Tratar de descansar y no agitarse mucho, a eso apuntamos esta temporada”. Su nueva rutina gira en torno a la alimentación estricta, el reposo y evitar cualquier tipo de esfuerzo o estrés físico y emocional.
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Además, aprovechó la entrevista para despejar rumores que circularon en redes y medios sobre un posible consumo de sustancias: “Me hice un examen y me dio todo lo que es sustancias y todo eso, negativo”, afirmó con contundencia, dejando claro que su compromiso con la salud es total. Desde su entorno más cercano, aseguran que logró detectar el problema a tiempo y que se enfocará en recuperarse con tranquilidad, haciendo del descanso su mayor prioridad al menos por lo que queda del año. La decisión de frenar, en su caso, no es una pausa artística, sino un acto de amor propio.
“Quiero ordenarme un poco” ya no suena solo a una intención, sino a una declaración de principios en un momento clave de su vida.