La edición 2022 de Gran Hermano fue una sorpresa para la televisión argentina. Si bien el formato que ya cuenta con más de 20 años en el país tiene un largo historial de éxitos, los números del rating con promedios siempre cercanos a los 20 puntos, lo colocaron como un furor desde que comenzó hace casi dos semanas.

Aunque la realidad de los integrantes de la casa más famosa del país, que desconocen el fenómeno que están protagonizando, es que van por el premio grande de 15 millones de pesos y una casa, o el segundo puesto que sólo otorga la vivienda. 

 

Pero mientras tanto, por animar a los millones de televidentes que los siguen todos los días desde Telefé y Pluto TV, los hermanitos se llevan plata por cada semana que pasen adentro del show. Esto se debe a que muchos abandonan sus estudios, trabajos y estilo de vida para encerrarse en la casa. Y ese número, lejos de representar una vida de rico, es la suficiente como para que afuera se la pasen bien rico.

Los 45 mil pesos semanales, que conforman un salario mensual de 180 mil -o un poquito más-, ponen a los jugadores en un lugar de privilegio respecto a otros sectores de los empleados formales del sector privado, aunque tampoco son la panacea de acuerdo a las escalas salariales de quienes trabajan frente a cámara.

Pero si se tiene en cuesta que la canasta básica volvió a subir y que se necesitan casi $ 128.000 para subsistir, los hermanitos con permanecer tres semanas dentro de la casa no serían considerados como "pobres.  O al menos sí lo indica el valor compuesto de la canasta básica total (CBT), que determina el nivel de pobreza por ingresos y que fue dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

 

---