La vida cultural argentina pierde a una voz que marcó décadas. Yaco Monti, referente de la canción melódica y del folclore cuyano, falleció en Buenos Aires a los 80 años tras una prolongada enfermedad. Aunque llevaba más de una década alejado de los escenarios, su obra y sus canciones siguen resonando con fuerza.
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La despedida pública se organizará este viernes en Belgrano, de 12 a 22 horas, tal como lo anunciaron sus hijos en redes sociales. Jonathan expresó el dolor de la familia en un mensaje que conmueve por su sencillez y cariño: “Con una pena inmensa tengo que anunciar la partida de mi padre. ¡Se va el más grande! Padre, hermano y amigo, hasta siempre, viejo querido”.
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Por su parte, Facundo, también músico, dejó unas palabras que hablan del vínculo entre padre e hijo: “Viejo querido, te vas de gira y me dejás el alma llena de música. Te amaré hasta el último latido. Gracias por tanta belleza estos años a tu lado. Te amo”.
La historia de un artista que marcó a generaciones
Detrás del nombre artístico estaba Julio César Eugenio. Su seudónimo, Yaco Monti, nació combinando un nombre bíblico con el apellido materno. Antes de la música, cursó estudios en el Colegio Militar y trabajó como electricista de aviación en la V Brigada Aérea —una biografía poco corriente para quien luego sería figura de la canción popular.
Su llegada a la escena fue casi fruto del destino: mientras trabajaba en una fiambrería en Palermo, cantaba en La taberna de Julio y fue descubierto por quien lo impulsó a presentarse en un festival en Uruguay. Monti lo recordaba con humor y asombro: “La cuestión es que me metí en un barco, llegué a Montevideo, gané y cuando volví estaba Pipo Mancera esperándome”.
A lo largo de su carrera llevó su voz por América y Europa, y dejó otras canciones que la gente aún recuerda: “Volveré a San Luis”, “Amor desesperado”, “Un dolor de adiós” y “Lo que te queda” —esta última incluida en la banda sonora de la película Roma, de Alfonso Cuarón.
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Hoy, más allá del duelo, queda el legado: canciones eternas, una trayectoria que atravesó fronteras y el recuerdo de un artista que supo tocar el alma de su público.
