La historia entre Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez parecía haber quedado atrás en los portales del espectáculo, pero lejos de apagarse, se enciende con más fuerza que nunca. Mientras muchos creían que el vínculo entre el futbolista y la actriz no era más que un fugaz acercamiento, los hechos hablan por sí solos: hay amor, planes concretos y una estrategia que va mucho más allá de lo romántico.
La pareja ya dejó atrás el bajo perfil, y ahora va por todo. Pero no se trata únicamente de sentimientos: el trasfondo legal y el enfrentamiento con Wanda vuelven a poner el foco sobre ellos.
Casamiento, unión convivencial y una táctica para ganarle a Wanda en la Justicia
El periodista Carlos Monti fue quien arrojó la bomba que explica el apuro por formalizar la relación entre Mauro y la China. “La unión convivencial está confirmadísima”, aseguró en televisión, dando a entender que lo que parecía solo un rumor ahora se materializa como una jugada legal clave. La información fue ratificada también por Paula Varela en Intrusos.
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La intención de este movimiento no sería simplemente formalizar el amor, sino obtener un beneficio estratégico en el marco de la tensa relación con Wanda Nara. “No habrá fiesta”, aclaró Monti, despejando cualquier sospecha de boda pomposa. La pareja solo firmará los papeles, sin celebración pública, aunque sí con testigos: Juanma Cativa, estilista y confidente de la actriz, y Agustina Uslenghi, su mejor amiga.
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Pero lo verdaderamente fuerte del asunto es el motivo oculto detrás del casamiento. Según reveló Monti, “la idea es seguir haciéndole la vida imposible a Wanda”, ya que esta unión legal tendría peso en los tribunales en el marco del proceso de revinculación de Icardi con sus hijas Francesca e Isabella. El objetivo sería impedir que, durante estas visitas, la China deba abandonar el hogar que comparte con el futbolista.
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Esto impediría que Wanda solicite judicialmente que la actriz sea desalojada de Nordelta cada vez que Icardi se encuentre con sus hijas. Una jugada por demás astuta, teniendo en cuenta que la empresaria está completamente en contra de que sus niñas tengan cualquier tipo de contacto con Suárez.
Mientras tanto, el clima entre los protagonistas es cada vez más tenso y todo indica que lo que parecía un conflicto del pasado está lejos de llegar a su fin. En medio del revuelo, se habla incluso de un posible embarazo y un proyecto de familia en marcha, lo que sin dudas alteraría aún más el tablero.