El último y doloroso mensaje de Gladys La Bomba Tucumana a su novio antes de morir

En medio de un profundo dolor, Gladys “La Bomba Tucumana” atraviesa uno de los momentos más desgarradores de su vida personal. El pasado sábado 24 de mayo, su pareja, Luciano Ojeda, falleció luego de una larga y dura batalla contra el cáncer, enfermedad que lo aquejaba desde hacía años. La noticia sacudió no solo al entorno íntimo de la cantante, sino también al mundo del espectáculo argentino, que se volcó en apoyo y condolencias a través de las redes.Gladys siempre se mostró firme, amorosa y presente durante el duro camino que compartió con Luciano. En cada internación, en cada tratamiento, allí estuvo ella. Lo acompañó con ternura, con fuerza y, sobre todo, con una enorme entrega emocional. Muchas de esas vivencias quedaron registradas en sus redes sociales, donde Gladys compartía momentos cargados de amor y de esperanza, que hoy cobran un nuevo y profundo significado.

El mensaje que dejó sin palabras a todos

En uno de los últimos videos que la artista subió a sus redes, se puede ver a Luciano en una cama de clínica, mientras se realizaba estudios médicos. Con la voz algo apagada por la medicación, pero con el alma intacta, le dedicó unas palabras que reflejan la magnitud del vínculo que los unía.

“¿Qué me estabas diciendo vos?”, se escucha preguntar a Gladys, y él, con ternura, responde: “Que te amo. En serio. No son los opioides que me están haciendo hablar y decir la verdad. Pero te juro que no… no tengo nada para darle a nadie, mi amor. No me quedé con nada. Te amo tanto. Me siento bien. Mi esposa hermosa”.
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A pesar de la tristeza, la pareja mantenía su característico sentido del humor y complicidad: “Qué lindo que estás, mi amor. Lo bonito que se te vea acá. Dejá de resistirte a las drogas, dormite”, le dice Gladys con dulzura, antes de bromear: “Hermoso. Qué lindo que estás. ¿Vos sos Highlander?”.
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La respuesta de Luciano, cargada de ironía y amor propio, no tardó en llegar: “Sí, sí, se dice que soy Highlander. Para matarme a mí se necesita o dispararme con bala de plata o una estaca en el corazón o… este… ¿Cómo es la otra? O cortarme la cabeza con una espada, como Highlander. Sean fuertes, no se rindan nunca”.
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La conexión entre ellos era evidente, y ese lazo se volvió aún más fuerte en el dolor. En la misma publicación, Gladys acompañó el video con un mensaje que hoy, tras la pérdida, emociona hasta las lágrimas: “Mi amor, mi guerrero, vamos ¡Fuerza, mi amor! Sos un gran luchador, un hombre muy valiente. Lo estás dando todo. Admiro tu gran fortaleza ante todas las cosas que estás pasando. Vamos que Dios nuestro señor no te abandona nunca, mi Chano”.

 

Las palabras de Gladys ya eran un himno de esperanza. Hoy son también una despedida cargada de amor eterno.

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