El histórico reality de Telefe atraviesa una tormenta inesperada. Este viernes 13 de diciembre, con la conducción de Robertito Funes Ugarte, Gran Hermano 2024/25 tocó un punto crítico en cuanto al rating, sorprendiendo a todos con números que pocos esperaban, especialmente en una noche tan promocionada como “la noche de los ex”.
El panorama en la casa más famosa del país parece haberse desviado del interés del público. Los nuevos participantes y sus estrategias no logran conectar con la audiencia, mientras el ambiente “más bizarro que nunca” parece alienar incluso a los fanáticos más fieles del programa. Según las críticas, los perfiles de los concursantes resultan “imposibles de sostener para cualquier persona con dos dedos de frente”.
Los problemas ya venían reflejándose durante toda la semana, pero los números del viernes terminaron por “prender todas las alarmas” en Telefe. A pesar de la expectativa generada alrededor del regreso de los ex participantes, el programa “se cayó al precipicio en el rating”, dejando una marca preocupante para el futuro inmediato del reality.
Números que preocupan a la producción
En la noche del viernes, el rating minuto a minuto fue un auténtico calvario para Gran Hermano. El pico más alto apenas alcanzó los 6,2 puntos, durante un debate que fue calificado como “aburrido” por los televidentes, mientras que el resto del programa se mantuvo estancado en un rango de 5,5 a 5,8 puntos.
Ni siquiera el cierre del programa, que logró arañar los 6 puntos, pudo salvar la jornada. La falta de emociones y el poco atractivo de los participantes en la casa terminaron por sentenciar el día como un fracaso contundente.
Con estos números en caída libre, Telefe enfrenta un desafío gigantesco: revertir la tendencia y volver a captar la atención del público. La fórmula que alguna vez dominó las noches de la televisión argentina parece estar perdiendo su magia, y las decisiones de los próximos días serán cruciales para el futuro del ciclo.
