La incertidumbre, el silencio y el dolor marcan estas horas decisivas en el entorno más íntimo de Christian Petersen. Mientras el reconocido chef continúa internado en el Hospital Dr. Ramón Carrillo de San Martín de los Andes, la preocupación no deja de crecer y la información oficial es mínima. El cuadro que atravesó fue extremo: un colapso que derivó en una falla multiorgánica y lo dejó al borde de la muerte, generando una profunda conmoción en su familia.
Luego de más de diez días en estado crítico y bajo sedación, llegó un momento que trajo una pequeña cuota de alivio. Petersen abrió los ojos, se mostró consciente, se emocionó y logró interactuar con algunos de sus familiares. A su lado, sin moverse del hospital ni un solo día, estuvo siempre su esposa, Sofía Zalaschi, quien decidió mantenerse en completo bajo perfil.
CÓMO ESTÁ SOFÍA ZALASCHI, LA ESPOSA DE CHRISTIAN PETERSEN
La angustia que atraviesa Sofía es total. La joven de 30 años eligió el silencio absoluto desde el primer momento y evitó cualquier contacto con los medios. Recién en las últimas horas fue vista por primera vez fuera del hospital, luego de permanecer allí durante más de una semana acompañando a su marido.
Según trascendió, el hermetismo fue una decisión firme frente a la gravedad del cuadro. “Desde un primer momento, su mujer se encuentra acompañándolo bajo un total hermetismo. No atendió llamados ni habló con la prensa, dando cuenta de la gravedad de su cuadro”, citaron en el medio de La Nación, sobre Sofía.

La imagen que se conoció de ella reflejó con crudeza el momento que atraviesa. “No hubo rastros de ella en las inmediaciones del hospital hasta hoy, que por primera vez la joven de 30 años fue captada por las cámaras mientras salía del lugar con un gesto serio y de notable preocupación”, detallaron.
Mientras tanto, el estado de salud de Christian Petersen sigue siendo delicado. Aunque presentó algunas señales de mejoría, los médicos descartaron por ahora un traslado a Buenos Aires debido a su condición crítica. La preocupación continúa y el entorno más cercano se mantiene expectante, aferrado a cada pequeño avance en su recuperación.