El mundo del entretenimiento despide con profunda tristeza a Julio Marticorena, un actor que dejó huella en el corazón del público argentino con sus participaciones en clásicos de la televisión como “Casados con hijos” y la reciente “División Palermo”. Su partida, ocurrida el martes 6 de mayo, deja un vacío en la escena artística nacional.
Un legado inmenso en teatro, cine y televisión
Nacido el 7 de julio de 1941, Marticorena fue mucho más que un actor de reparto: fue un verdadero obrero del arte escénico, con una carrera que abarcó más de cinco décadas y más de cincuenta ficciones televisivas. Su formación actoral estuvo guiada por reconocidos maestros como Héctor Malamud, Beatriz Matar y Daniel Marcove, lo que cimentó una carrera sólida y versátil.
El Sindicato de Actores expresó su pesar con un emotivo mensaje en redes sociales: “Despedimos a nuestro afiliado, el actor Julio Marticorena, quien desarrolló una extensa y destacada trayectoria en teatro, cine y televisión. Hacemos llegar nuestras condolencias a sus seres queridos en este doloroso momento”.
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En teatro, su compromiso con el arte se vio reflejado en obras de gran diversidad y profundidad como “Esta noche, no”, “La pasión de Toto”, “Infancia y exilio”, “El vendedor de enciclopedias”, y “Fuego sobre América”, entre muchas otras. Cada puesta en escena contaba con la impronta de un artista entregado por completo a su oficio.
También brilló en la pantalla grande, con participaciones en películas como “Tango” (de Carlos Saura), “El túnel de los huesos”, “Mi obra maestra”, “Cien años de perdón”, y “Un día en el paraíso”, consolidándose como un actor recurrente en grandes producciones del cine argentino.
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En televisión, su rostro se volvió familiar gracias a su presencia en títulos tan variados como “Tiempo final”, “Las huellas del secretario”, y por supuesto, las inolvidables “Casados con hijos” y “División Palermo”, donde su talento y carisma seguían intactos.
Julio Marticorena no fue una estrella de flashes ni tapas de revistas, pero sí un artista de vocación, de los que sostienen la estructura del espectáculo desde los cimientos. Su legado es inmenso, y su partida deja un fuerte dolor en quienes compartieron escenario, set o butaca con él.