“Lo operaron tres veces, me pidió que me alejara”: tristeza en el medio por lo que comunicó Gladys La Bomba Tucumana en LAM

Gladys “La Bomba Tucumana” volvió a la televisión con un testimonio que conmovió a todos. La reconocida cantante, símbolo de la música tropical argentina, se abrió como nunca antes al recordar a su pareja, Luciano Ojeda, quien falleció el pasado 24 de mayo luego de una dura batalla contra el cáncer. Con la voz quebrada y las lágrimas a flor de piel, la artista compartió su historia de amor y pérdida en una emotiva entrevista en LAM (América TV).

“Con Luciano conocí lo que es un amor verdadero”

La intérprete eligió hablar públicamente por primera vez sobre lo ocurrido, y lo hizo desde un lugar de enorme sinceridad. “Es la primera vez que hablo de esto. No hice comunicado y te esperé a vos, Ángel, porque sigo trabajando, quiero recuperar mi vida. Cuando me subo a un escenario me olvido de todo. Tuve la suerte de conocer el amor por primera vez en mi vida”, confesó entre lágrimas.

Gladys relató cómo comenzó su historia con Luciano y qué fue lo que la enamoró de él. “Él fue a verme con sus amigos, era un chico diferente, muy histriónico y divertido. Tenía apenas 38 años, yo acabo de cumplir 60. Con Luciano conocí lo que es un amor verdadero”, contó emocionada.

Sin embargo, ese amor se vio atravesado por una enfermedad cruel. La cantante describió con dolor el difícil proceso que enfrentaron juntos: “Veníamos luchándola desde hace tres años. Lo operaron tres veces, en la primera le sacaron un tumor y un riñón. Después de la segunda cirugía me pidió que me alejara, para que no sufriera. Yo lloré mucho porque solo quería estar a su lado. Fueron cuatro meses durísimos hasta que me dijo que lo acompañe otra vez”.

A lo largo del relato, Gladys recordó el sufrimiento de esos meses, en los que incluso tuvo que soportar el rechazo de parte de la familia de su pareja, algo que volvió aún más dolorosa la experiencia. Pese a todo, permaneció junto a él hasta el final.

Luciano Ojeda tenía solo 38 años y se desempeñaba como especialista en higiene y seguridad. Era amante de la pesca, de la música y disfrutaba mucho de su entorno familiar, compartiendo momentos también con Tyago Griffo, el hijo de Gladys. En sus redes sociales, solía mostrar su tratamiento y sus pasiones, siempre con la presencia y el apoyo incondicional de la cantante.

Hoy, La Bomba Tucumana enfrenta uno de los momentos más duros de su vida, pero asegura que volver al escenario la ayuda a sanar. Su testimonio fue una mezcla de dolor, amor y fortaleza, que dejó en claro que, detrás del brillo y la alegría que transmite en cada show, hay una mujer que amó profundamente y sigue aprendiendo a vivir con la ausencia.

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