“Murió. Una gran injusticia”: dolor por lo que comunicó ante los medios Denise Dumas

Denise Dumas, reconocida por su carisma y entrega familiar, guarda en su corazón una herida imborrable que marcó su vida para siempre: la pérdida de su hermana Janine en 1989. Aunque hoy se muestra como una mujer fuerte y madre de cuatro hijos junto a Campi, su pasado está atravesado por un profundo dolor que, años después, sigue siendo una parte crucial de su historia.

Una noche trágica

Todo comenzó en una madrugada de aquel fatídico año. Denise, entonces una joven llena de inocencia, fue testigo de un escenario que nunca olvidaría. “Al contar tres, pensé: ‘Falta uno’. Y lo primero que atiné a decir fue: ‘¿Quién se murió?’ ¡Sabía! Yo lo sabía…“, relató Dumas sobre los momentos posteriores a recibir la terrible noticia. La confirmación llegó poco después: “Tranquila, Janine sufrió un accidente“.

Janine, con tan solo 16 años, había salido con tres amigos aquella noche. Convenció a sus padres de permitirle disfrutar de la salida, pero un accidente de tránsito en la Avenida Libertador, cerca de Paseo de la Infanta, truncó sus sueños. Fue trasladada de urgencia al Hospital General de Agudos Dr. Juan A. Fernández, pero el desenlace fue fatal.

Denise compartió cómo esa tragedia transformó su percepción de la vida y la muerte. “Te resultará muy ridículo lo que voy a contar. Pero hasta ese momento, en mis rezos diarios, yo pedía solo dos cosas: Que nunca se me metiese una cucaracha en mi cuerpo y que jamás se muriese alguien de mi familia“, confesó. En su infancia, la muerte era algo inimaginable. Hoy, con los años y la experiencia, reflexiona: “Lamento la muerte de Janine aún mucho más que aquel entonces. Y revivo ese dolor de otra manera: como una gran injusticia“.

A pesar de la tragedia, la familia de Denise logró mantenerse unida. “Aún así, la casa nunca estuvo a oscuras ni en silencio. Y ese fue el inmenso mérito de mis viejos“, destacó, agradeciendo el esfuerzo de sus padres por superar el dolor y darles a ella y a su hermano Max un hogar lleno de amor. Max, quien ahora vive en São Paulo, Brasil, fue su apoyo en aquellos momentos oscuros.

Para Denise, su familia sigue siendo el eje de su vida. “Mi familia es todo. Viajar tiene sentido si voy con ellos. Trabajar tiene sentido porque lo que gano es para ellos. El éxito tiene sentido si lo celebro con ellos“, concluyó, dejando en claro que, aunque las heridas nunca desaparecen, el amor y la unidad son su mayor fortaleza.

 

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