La salud de Jorge Lanata, reconocido periodista argentino, continúa siendo un tema de profunda preocupación para sus allegados y seguidores. En medio de su prolongada internación, Elba Marcovecchio, su esposa, brindó declaraciones impactantes sobre el estado de su pareja y un panorama que aún no da señales alentadoras.
Desde que se le diagnosticó una trombosis, la recuperación de Lanata se encuentra estancada. En diálogo con DDM, el programa conducido por Mariana Fabbiani en América TV, Marcovecchio ofreció detalles sobre el complejo cuadro que enfrenta el periodista: “Es como si fuera una suerte de un crónico agudo, si no no estaría en terapia básicamente”, afirmó.
Cuando la conductora indagó sobre la gravedad de la trombosis en el brazo de Lanata y si esta era producto de la inmovilidad, Elba respondió con cautela: “No te puedo determinar la causa, tampoco preocupa demasiado. Pero para trasladarlo a una clínica de rehabilitación tiene que haber un estado de estabilidad, de seguridad, que es el que estamos esperando”.
La abogada también destacó que la prolongación de esta situación genera una carga emocional significativa: “Cuando van pasando los días, ya a esta altura los meses, obviamente que genera ansiedad y preocupación. Pese a que hoy está bien, no es que está mal. Uno cuando dice bien es relativamente bien, porque si estuviera bien estaría en casa. Si estuviera más o menos estaría haciendo una rehabilitación”.
Un panorama que aún espera mejoras
Aunque Lanata no presenta fiebre, un episodio reciente encendió las alarmas. Según Marcovecchio: “El sábado a la noche tuvo un registro subfebril que para Jorge es importante porque es inmunosuprimido. Todavía no se logró esa estabilidad que es imperioso para hacer un traslado seguro a Santa Catalina”.
A pesar de este complejo escenario, la familia mantiene la esperanza y el equipo médico continúa trabajando arduamente: “Seguimos rezando, Jorge pone mucha fuerza y se pone mucho profesionalismo de parte del hospital”, concluyó Elba.
La situación de Lanata refleja no solo los desafíos físicos de su recuperación, sino también la fortaleza emocional de quienes lo rodean en este difícil proceso.