Un legado artístico inmenso y un adiós inesperado
En un ambiente cargado de emoción, Yuyito González comenzó el programa con palabras que estremecieron: «Ángel Mahler partió a los 65 años. Hoy estamos doloridos por la partida física de Ángel. Es increíble». La noticia cayó como un baldazo de agua fría para el medio artístico, ya que no se conocía públicamente que Mahler estuviera atravesando problemas de salud.
Uno de los testimonios más conmovedores fue el de Pepito Cibrián, quien compartió una historia entrañable de cómo nació su vínculo con el compositor. «Un amiga mía me lo presentó. Lo que me sorprendió y que me atrajo tanto de él es que esa misma noche estaba con un equipo de audio y me hizo un arreglo maravilloso. A partir de allí empezó a trabajar conmigo. Tuvimos muchos altibajos. Él me dijo que quería hacer la música Drácula», relató el director teatral, en alusión al mítico musical que marcó una época.
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La dupla Cibrián-Mahler fue sinónimo de grandes éxitos, y ese inicio creativo fue el punto de partida de una asociación artística inolvidable: «A partir de allí empezamos trabajando en esta magia, trabajando sin parar. Él era un hombre muy comprometido con su trabajo y sus decisiones. Yo lo vi crecer, era un cachorro mío».
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La noticia del fallecimiento fue totalmente inesperada para Pepito, quien confesó: «De golpe, hace tres días, porque yo no sabía nada, me dijeron que estaba internado». A medida que hablaban, el aire en el estudio se volvió más denso de emoción. «Me dijeron que le estaban haciendo unos chequeos, pero ayer me dijeron ‘acaba de morir’», agregó visiblemente impactado. Por su parte, Yuyito comentó: «Fue tremendo. Él había estado en Miami bastante tiempo», revelando que Mahler residía en el exterior. «Él vivía en Miami. Yo no sabía que él estaba enfermo, no hablábamos», dijo también Cibrián, remarcando una distancia que la muerte transformó en dolorosa sorpresa.
Pese al tiempo y a los silencios, los recuerdos compartidos pesaron más: «Pero hay una parte de la vida… hemos compartido cosas maravillosas, él ha sido tan gentil conmigo, siempre. Yo puedo conectarme con eso, llorar, imaginármelo», expresó con ternura. Y cerró con una frase que erizó la piel de todos los presentes: «Le pedí que hablara con nuestros padres, estoy seguro de que algún día nos reencontraremos porque creo en eso. Creo que nos vamos a encontrar. Fueron tantos los proyectos que hicimos».
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Ángel Mahler ya no está físicamente, pero su música, su talento y el amor de quienes lo conocieron, aseguran que su legado seguirá sonando por siempre.