“Se fue”: El dolor de Carmen Barbieri por el fallecimiento que sacude a la TV argentina

Un episodio lleno de emoción y nostalgia se vivió en Mañanísima, el programa que conduce Carmen Barbieri en Canal Trece. La emisión estuvo marcada por un sentido homenaje a Jorge Lanata, donde junto al especialista en tecnología Julio López, compartieron anécdotas y reflexiones sobre el legado del reconocido periodista.

«A mí no me gusta decir muerte, me gusta decir que se fue. Porque tomó la decisión de irse Lanata. Seguramente tomó la decisión él. Sé que justo recibiste la noticia en un lugar donde todo el mundo lo quería. Estaba la noticia y fue un llanto total…», expresó Carmen con evidente conmoción, dejando ver la huella que Lanata dejó en quienes lo conocieron.

Por su parte, Julio López, quien tuvo la oportunidad de trabajar con el periodista, rememoró el momento en que se enteró de la noticia. «Cuando llegamos sabíamos que estaban transcurriendo sus últimas horas. Fue una casualidad que estuviera en la radio, porque había pasado por acá. Pero pasó», afirmó, destacando el impacto que tuvo la partida de Lanata en el equipo de Radio Mitre.

En un tono más personal, Carmen compartió una historia que refleja el lado humano del periodista. «Las cosas que él decía, qué especial. Es una gran pérdida, un hombre muy inteligente, un hombre muy sensible. Yo no era amiga de él, nunca tomé ni un café lamentablemente, pero su inteligencia me atraía tanto. Cuando tenía un problema yo con mi perrito, que se me enfermaba… Una vez se me murió un perrito», recordó con voz entrecortada.

Lo más sorprendente de este vínculo era la preocupación genuina de Lanata por la salud de las mascotas de Carmen, algo que ella misma destacó: «Él estaba muy preocupado, preguntaba cómo estaba yo. Tenía contacto por él por intermedio de Marina Calabró… Teníamos ese contacto sobre mis mascotas, me preguntaba cómo estaban sin ser amigos. Un genio, una pavada… pero que lo hacía grande en esas pequeñas cosas».

Julio López, sin perder la línea de emociones, subrayó la sensibilidad y el humor que caracterizaban a Lanata. «Ni hablar, mucha sensibilidad. Lo recordamos siempre con una gran sonrisa, porque lo que más tenía era su humor y su inteligencia», afirmó, dejando en claro que su legado va más allá del ámbito profesional.

Finalmente, Carmen cerró el programa con una dedicatoria cargada de sentimiento: «Seguramente tenía un asiento comprado al lado de Dios, o Dios le ha guardado un lugarcito. Ahí está, cuidándonos desde arriba. Dedicado a él este programa».

Un homenaje que, sin dudas, mostró la huella indeleble de Jorge Lanata, no solo como profesional, sino como una persona que sabía cómo llegar al corazón de quienes lo rodeaban.

 

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