“Se fue un pedazo de mí”: tristeza en el medio por lo que dijo Marina Calabró tras el fallecimiento que conmueve al periodismo

El fallecimiento de Jorge Lanata marcó profundamente al mundo del espectáculo argentino. Pese a haber estado internado durante seis meses y medio, muchos aún mantenían una mínima esperanza de que el periodista lograra superar las adversidades. Sin embargo, un infarto en un estudio de control terminó derivando en su internación definitiva en el Hospital Italiano, donde finalmente falleció.

A pocas semanas de su partida, personalidades cercanas al periodista han compartido su dolor y reflexiones. Marina Calabró, quien tuvo una relación cercana con Lanata tanto en lo personal como en lo profesional, fue una de las primeras en expresar su tristeza. La comunicadora trabajó junto a él en Lanata sin filtro en Radio Mitre, donde él le dio un espacio destacado al periodismo de espectáculos.

El testimonio de Marina Calabró

En una conversación con La Once Diez/Radio de la Ciudad, Marina confesó: “Fue una noticia que crees que estás preparado pero cuando ocurre no estás preparado, en el fondo de mi corazón siempre aposté a que zafara una vez más, en el fondo de mi alma no perdía la esperanza de que Jorge vuelva a salir”.

Con una mezcla de tristeza y admiración, agregó: “Se me fue un pedazo de vida personal y profesional, creo que no habrá nadie igual, dejó su huella en todo lo que tocó, además un hombre de una generosidad, era una mega estrella, probablemente el mejor periodista de todos los tiempos”.

El testimonio íntimo de Elba Marcovecchio

Otra voz que emocionó fue la de Elba Marcovecchio, quien fue pareja de Lanata durante los últimos años. En diálogo con Ángel de Brito, compartió detalles conmovedores sobre cómo vivió los últimos días del periodista. Su relato estuvo cargado de amor, fe y una profunda tristeza.

“Yo me despedí 800 veces, ese mismo día no podía parar. Yo le leía las cosas que publicaban en los portales. El mismo 30 me dijeron que no había más que hacer. Los llamé a mis nenes, Valen no quiso entrar y Allegra quiso entrar y cuando entramos fue muy especial, recé con Allegra y le agradecí a Dios y a Jorge el tiempo que nos dio, yo me volví a enamorar”.

Marcovecchio también reveló los temores que Lanata cargaba consigo:“Jorge me decía que tenía miedo de morirse. Jorge tenía miedo de hacerse ese estudio, el del 5 de junio. A la madrugada estábamos preparándonos y él me decía que tenía miedo y entonces yo le dije ‘si te portás bien, te compro unas medialunas con jamón y queso’”.

El testimonio más desgarrador llegó al recordar el impacto emocional de verlo atravesar sus últimos días: “Lo veía irse y mataba, que no podía hacer nada. Los últimos días, yo le leía como si pudiera retenerlo. Una parte de mi corazón esperaba el milagro y no llegó. Después de la internación más feroz que tuvo, Jorge estaba muy sensible”.

El fallecimiento de Jorge Lanata dejó un vacío enorme en el periodismo argentino. Su legado y las palabras de quienes lo amaron reflejan no solo su talento profesional, sino también la huella imborrable que dejó en sus seres queridos.

 

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