La salud de Jorge Lanata, uno de los periodistas más influyentes y queridos de Argentina, ha sido motivo de gran preocupación en los últimos meses. Con una trayectoria que le ha valido el respeto y el cariño del público, Lanata atraviesa un momento crítico que mantiene en vilo a sus seguidores y familiares. Desde hace seis meses, su estado de salud ha requerido una internación prolongada, con altibajos que han dificultado su recuperación.
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Actualmente, Lanata permanece internado en el Hospital Italiano, descartándose por el momento un traslado a una clínica de rehabilitación. Quien rompió el silencio y compartió detalles sobre su estado fue su hija mayor, Bárbara Lanata, en una entrevista con La Nación+.
“Mi papá está estable. Es un día a día. O sea: no está ni mejor, ni peor”, explicó Bárbara, dejando entrever la complejidad de la situación. Uno de los mayores desafíos son las dolorosas escaras derivadas de la internación prolongada, así como las complicaciones de la traqueostomía. “Lo conectan a una asistencia respiratoria solo a la noche. Durante el día lo desconectan y él puede hablar con la válvula fonatoria. Está comiendo por el botón gástrico porque al estar tanto tiempo entubado y con la traqueostomía perdió la capacidad de deglución”, detalló.
El largo camino hacia la rehabilitación
Entre los pasos necesarios para su recuperación, Lanata deberá reaprender a deglutir. “Tiene que hacer rehabilitación de deglución. Además, está con una sonda. Eso a la larga es como la intubación, no está bueno tener el tubito atravesándote la nariz. Entonces le hicieron un botón gástrico: un agujerito que va directo al estómago, que es algo que pidió como requisito el lugar de rehabilitación porque es más cómodo para los pacientes”, aclaró su hija, señalando que este método permite una alimentación más segura y eficiente.
Sin embargo, el ingreso a una clínica de rehabilitación sigue siendo incierto. “Todavía no lo van a mandar a rehabilitación porque para eso necesita estar estable varios días, sin fiebre, sin dolor, sin problemas de presión”, explicó Bárbara. Las fluctuaciones en su presión y episodios de agitación son factores que retrasan esta etapa crucial de su recuperación.
Por otro lado, Bárbara destacó que, aunque hay días en los que Jorge está más lúcido y reconoce su entorno, otros días se muestra desorientado y perdido en el tiempo. “Hay días en los que te dice perfecto que está en el Italiano. No sabe bien qué día es porque obviamente está perdido en el tiempo, pero sí sabe que está en el Italiano. Nos reconoce, pero hay días en los que le dan más calmantes y eso lo hace perderse más, o delirar”, señaló.
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A pesar de las adversidades, Bárbara concluyó con un mensaje esperanzador, resaltando que su padre está mejor de lo que estuvo en otros momentos. Sin embargo, el camino hacia la recuperación completa es largo y requiere paciencia. Jorge Lanata sigue luchando, y con él, su familia y seguidores mantienen la esperanza viva.
