En el reciente episodio de su programa en Telefe, Susana Giménez se convirtió en el centro de intensas críticas, dejando un clima de incomodidad y desconcierto entre los espectadores y críticos del mundo del espectáculo. Con un desplome notorio en el rating y ciertos errores en vivo que no pasaron desapercibidos, algunos cuestionan si este podría ser un “final innecesario” en su carrera. Esta es la fuerte opinión de Augusto Tartúfoli, también conocido como Tartu, quien lanzó duras observaciones sobre el rendimiento de la diva en su último ciclo televisivo.
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“Triste final de su carrera, un año totalmente innecesario”, declaró Tartu, señalando tanto la baja audiencia como los momentos en que Susana se mostró confundida y perdida en escena. Además, el comunicador agregó una observación impactante: “Medio que los invitados le están haciendo un poquito de bullying a Susana”. La afirmación del periodista se refiere a momentos incómodos en que algunos invitados parecían interactuar entre ellos, casi ignorando a la conductora. En el debut de su show, se observó cómo figuras como Rodrigo de Paul y Leandro Paredes intercambiaban miradas y María Becerra evitaba hacer contacto visual con Susana, evidenciando un ambiente tenso y fuera de sincronía.
“Leyendo sin comprensión de texto ya directamente”, continuó Tartu al analizar cómo Susana parecía desorientada en sus intervenciones. Además, el periodista resaltó la falta de grandes invitados en su actual ciclo: “¿Por qué no trae megaestrellas como en su momento Ricky Martin?”, cuestionó, insinuando que la decisión de Telefe de ceder a las peticiones de la diva podría no estar funcionando como se esperaba. “Querés despedirte, despedite”, finalizó Tartu, sugiriendo que este año en televisión abierta podría ser el último para la presentadora.
El análisis de Carlos Monti y la caída en el rating
El periodista Carlos Monti también opinó sobre el presente de Susana Giménez en Entrometidos en la tarde, señalando la notable pérdida de audiencia en tan solo seis emisiones. “Empezó con 16 puntos de rating y está en 8. En 6 programas perdió el 50% de audiencia. Es ella y son los invitados”, afirmó Monti, destacando que, si bien la conductora es un ícono, su programa actual no parece captar el mismo interés de antes.
El caso del último invitado, Nico Occhiato, también desató críticas. Monti expresó que Occhiato no habría sido una elección adecuada para la audiencia de Susana. “Con lo de Nico Occhiato sentí que era un tema de lavar culpas por lo de Olga”, señaló, en referencia al vínculo pasado entre la conductora y la humorista Olga, lo cual algunos consideran que no encajó bien en el programa.
Débora D’Amato complementó este análisis al recordar que Telefe está al tanto de los números que reflejan la televisión actual. “A ver, insisto, no está mal que lo invite a Occhiato, más allá de eso, la gente que mira a Susana quiere ver otra cosa”, concluyó Monti, reflexionando sobre la posible desconexión entre el contenido ofrecido y las expectativas del público.
Con el peso de estas opiniones, la situación actual de Susana Giménez abre interrogantes sobre el futuro de su presencia en la televisión. Los datos de audiencia y las observaciones de sus colegas apuntan a un momento complejo para la conductora, y aunque sigue siendo una de las figuras más queridas, algunos consideran que un final digno y memorable sería un mejor cierre a su extensa y exitosa trayectoria en los medios.