Patricia Sosa, una figura emblemática de la música argentina, ha dejado su huella no solo por su increíble talento, sino también por la forma en que ha sabido construir un vínculo especial con su público. Junto a su pareja, Oscar Mediavilla, ha recorrido un camino lleno de éxitos y momentos inolvidables. Sin embargo, esta vez la artista sorprendió con una revelación que trasciende lo cotidiano: su experiencia con fenómenos sobrenaturales que la conectaron con su padre fallecido hace más de una década.
“A mi padre que murió hace 10 años, lo vi en una foto sentado al lado mío”
En una reciente entrevista con Teleshow, Patricia compartió una experiencia que desafía toda lógica. «Hará tres o cuatro años. Me sacan una foto, yo estaba con Lucía Galán, con una amiga cordobesa, con mi manager, y un señor dijo: ‘Acá hay presencias’. A mí me latía el corazón, hacía mucho calor y empiezo a sacar fotos», recordó. Lo que captó su cámara fue mucho más que una simple imagen.
«En un momento miro el visor de la cámara, una cámara antigua, en un lugar en donde el único hombre que había era un alemán gordo grandote. Estábamos nosotras nada más y cuando veo la foto estaba mi papá, con su buzo violeta», relató emocionada. La descripción de la imagen es impactante: «Es como un fantasma medio transparente, pero casi corpóreo. Es como si tuviera 60 años, después me contaron que aparecen de la forma en la que se quieren mostrar. Estaba ahí con su buzo violeta. Mi papá murió a los 87 años y siempre se ponía el buzo violeta que tenía en la foto».
La cantante también habló de cómo ha desarrollado una fuerte conexión con el mundo espiritual, fruto de años de práctica y exploración. «Yo medito hace 30 años, investigo, voy a la búsqueda, no es que me quedo en mi casa esperando que suceda. Yo frecuento estos lugares, voy a India, me subo a los áshram a meditar con gente que está muy elevada. Me junto en grupos para hacer respiración, tengo una vida espiritual muy activa», afirmó.
Patricia también recordó otros momentos que alimentaron su fe en lo inexplicable. «Yo nunca vi un ser, sí vi luces, estando sobria y nunca estaba sola. Siempre estaba acompañado de gente que es testigo porque a veces terminás cuestionándote», aseguró. Entre estos relatos, destacó una vivencia particular junto a su sobrino. «Un día estaba en mi casa de noche, sentada en una reposera en el patio, con mi sobrino de 12 años, que había aprendido las constelaciones. Cuando me señala las Tres Marías, las miro y, como ya hice contacto varias veces, saludé con los brazos extendidos. En ese momento se intensificó el brillo y después se las chupó la atmósfera. El nene me dice: ‘¿Qué es eso, tía?’», contó sorprendida.
Las experiencias de Patricia Sosa nos invitan a reflexionar sobre la conexión entre lo espiritual y lo terrenal, una búsqueda que ella continúa explorando con pasión y valentía. ¿Será este un puente hacia lo desconocido, o simplemente una muestra del poder de nuestras percepciones y emociones? Lo cierto es que, con cada relato, Patricia sigue demostrando que su talento no solo reside en su música, sino también en su capacidad para sorprendernos y emocionarnos.
