La vida puede dar un giro inesperado en cuestión de segundos. Y si no, que lo diga Jorge Rial, quien vivió una experiencia límite que marcó un antes y un después en su vida. En una charla reciente, el conductor se animó a relatar uno de los episodios más dramáticos que le tocó atravesar: el infarto que casi termina con su vida mientras se encontraba en Colombia.
Fue en abril de 2023, cuando viajaba junto a su pareja, María del Mar Ramón, y todo parecía transcurrir normalmente, hasta que un dolor inusual comenzó a advertir que algo no andaba bien. Lo que vino después fue un verdadero infierno que, por fortuna, hoy puede contar con vida.
El día que Jorge Rial “vio la luz blanca”
Durante una entrevista en el programa de Dante Gebel, Rial se abrió como pocas veces y reveló detalles estremecedores de lo que vivió aquel día. Aunque ya había hablado del tema en otras ocasiones, esta vez su testimonio profundizó aún más el impacto emocional que le dejó esa experiencia. “Yo no hablé nunca de esto porque no sé qué es lo que pasó y no sé por qué pasó. Se me paró el corazón. Yo estaba en Bogotá con el famoso dolor de pata de elefante, es una presión que en mi vida la sentí. Me fui a la ducha, el dolor seguía. La desperté a María. Llamé al servicio médico. De pronto me hicieron un electro que dio bien”, contó con crudeza.
.
.
Pese a que el electro no arrojó señales alarmantes, el malestar persistía, y por eso volvió a ser examinado. En ese segundo chequeo, el panorama cambió por completo. Su corazón estaba en crisis. “A la media hora volvió el médico y me dijo que estaba transitando un infarto. Le dije a María que llamara a mi hija y al doctor Capuya. Cuando me llevan a terapia intensiva para hacerme otro electro, me morí“, relató, dejando a todos impactados.
.
Pero lo más escalofriante vino después, cuando compartió una imagen que lo acompañará por siempre: “Vi la luz blanca. La vi. Lo último que me acuerdo es que me estaban por hacer el electro y vi un túnel cuadrado, una luz muy blanca”.
Desde entonces, Rial transita la vida con otra mirada, como un hombre que, literalmente, volvió del más allá. Su testimonio no solo conmueve, sino que invita a reflexionar sobre la fragilidad de la existencia y cómo, en cuestión de minutos, todo puede cambiar.