En el mundo del espectáculo, donde las personalidades fuertes suelen imponer distancia emocional, sorprende cuando una figura conocida por su carácter implacable muestra un costado vulnerable. Eso fue exactamente lo que ocurrió en LAM, donde Yanina Latorre, acostumbrada a encender debates y marcar presencia con su actitud frontal, terminó protagonizando un momento inesperadamente sensible que dejó a todos en silencio.
El inesperado quiebre emocional de Yanina en pleno programa
Durante la emisión del miércoles, la panelista ingresó al estudio con su impronta habitual, pero algo distinto flotaba en el ambiente. Apenas tomó asiento, Ángel de Brito se acercó y la abrazó con una suavidad que llamó la atención de todos. El conductor explicó: “Ella sabe porque la abrazo”, mientras Yanina, ya conmovida, le pidió: “No me hagas llorar”. Lejos de cortar el gesto, Ángel insistió: “¿Querés llorar?”.

Ese breve intercambio abrió la puerta a un momento profundamente íntimo. Con la voz quebrada, la angelita reveló: “Es el cumpleaños de mi papá y estoy angustiada”. Luego explicó que, aunque su padre falleció hace años, algo muy particular la golpeó esa mañana: “Se murió hace mucho tiempo, me pegó que mamá, que es grande, hoy subió un posteo a Instagram y ella que no es muy sensible le habló le dijo que estábamos bien”
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Con una sinceridad que pocas veces exhibe frente a cámara, Yanina admitió: “Tengo un mal día, hay que bancar la angustia”. La emoción la atravesaba por completo, especialmente por el gesto de su madre, quien rara vez expresa sentimientos públicamente. “Que mi mamá suba una foto, que le ponga música de fondo y le habló y le dijo ‘tenemos un bisnieto’”, compartió, visiblemente movilizada.
El momento dejó en claro que, aun detrás de una personalidad fuerte y polémica, existe una mujer que siente, recuerda y extraña. Y que, a veces, una simple foto familiar puede abrir la puerta a un mar de emociones que no siempre se pueden contener en vivo.