El escándalo que rodea a Morena Rial, tras su detención por una investigación de robos, puso nuevamente en la mira a su familia y, en especial, a una figura que parece haberse desvanecido con el tiempo: Silvia D’Auro, la madre adoptiva de Morena y Rocío Rial. En medio de la polémica, muchos se preguntan dónde está y por qué se mantiene en un silencio absoluto.
Este interrogante se instaló en El Run Run del Espectáculo, donde los conductores del ciclo de Crónica TV se animaron a hablar sobre el tema. Fernando Piaggio fue el primero en abordar la incógnita: «Los programas se preguntan dónde está Silvia D’Auro frente a los distintos eventos de Morena y de Rocío. Una mujer que se ausentó y parece que se la tragó la Tierra ¿Dónde está?», expresó.
El periodista no se quedó ahí y profundizó en la historia, lanzando una afirmación que generó impacto: «Una persona que decidió adoptar dos criaturas y, de un momento para el otro, está esta sensación de ‘no quiero ser madre’. A mí una vez me llegó una versión, muy desagradable, de ‘yo a estas dos, me borro ahora antes de que se ponga más complicado’”.
Por su parte, Lío Pecoraro tomó la palabra con una postura aún más contundente. «Traer un hijo al mundo, ya sea biológico o adoptado, no es comprarse un jean y decir ‘no me gusta más, lo tiro a la basura’», disparó sin filtros. Además, reveló que intentaron rastrear a D’Auro sin éxito: «Esta mujer que estamos viendo en pantalla, a la que inferimos que literalmente se la tragó la Tierra, no hay un registro de ella. El otro día buscamos, legalmente, su último domicilio y era donde tenía la oficina con Rial, todo muy viejo». Para cerrar, Pecoraro lanzó una frase demoledora sobre el pasado de D’Auro con sus hijas: «Pero nadie sabe nada de ella. Esta mujer teniendo a sus hijas chiquitas, lo único que hacía era daño, contado por gente muy cercana y las propias protagonistas”.
La desaparición de Silvia D’Auro del ojo público sigue siendo un misterio. Mientras tanto, el escándalo que rodea a Morena Rial sigue sumando capítulos que mantienen en vilo a la audiencia.